Centro de asistencia para chicos y jóvenes adictos al PACO
Con Gabriela Cerruti, ministra de Derechos Humanos, abrimos el primer centro del país en el que se brinda tratamiento para chicos adictos al paco. En estos temas de adicción hay que actuar de manera muy rápida y seria, más con el ‘paco’, que está destruyendo a nuestros hijos e hijas. El nuevo espacio de contención y atención se llama Casa Puerto, está en Flores. Este lugar es el núcleo de toda una red de hospitales y clínicas. Y es el primer centro especializado, en todo el país, tanto para internación como para tratamientos ambulatorios.
Esta y muchas otras iniciativas en torno del problema del paco - un fenómeno muy doloroso y enormemente destructivo- buscan dar nuevas y mejores respuestas para combatir la producción y consumo de paco. Pero lo primero es dar esas respuestas desde las políticas de inclusión y desde un abordaje cultural, el de devolver proyectos de vida y de futuro a los chicos.
Estoy convencido de que no se puede batallar contra el consumo del paco desde la mera lógica policial. Mucho menos dejarlos sin asistencia alguna. Me refiero al riesgo de abandonarlos en los circuitos grises de la judicialización, de las derivaciones demoradas, de la internación en instituciones presuntamente concebidas para regenerar delincuentes. Por supuesto que la producción de paco tiene un aspecto eminentemente delictivo y muy turbio. Interesa sobre todo la dimensión social. Y cuando se trata de trabajar en los barrios con las madres y con los chicos, antes que con un revolver desenfundado hay que ir con ganas de ayudar, de poner el hombro, con afecto, con inteligencia, con firmeza, con oídos y corazones abiertos.
Esta y muchas otras iniciativas en torno del problema del paco - un fenómeno muy doloroso y enormemente destructivo- buscan dar nuevas y mejores respuestas para combatir la producción y consumo de paco. Pero lo primero es dar esas respuestas desde las políticas de inclusión y desde un abordaje cultural, el de devolver proyectos de vida y de futuro a los chicos.
Estoy convencido de que no se puede batallar contra el consumo del paco desde la mera lógica policial. Mucho menos dejarlos sin asistencia alguna. Me refiero al riesgo de abandonarlos en los circuitos grises de la judicialización, de las derivaciones demoradas, de la internación en instituciones presuntamente concebidas para regenerar delincuentes. Por supuesto que la producción de paco tiene un aspecto eminentemente delictivo y muy turbio. Interesa sobre todo la dimensión social. Y cuando se trata de trabajar en los barrios con las madres y con los chicos, antes que con un revolver desenfundado hay que ir con ganas de ayudar, de poner el hombro, con afecto, con inteligencia, con firmeza, con oídos y corazones abiertos.
2 comentarios:
hola queria comentarle,en la brevedad que tengo unvecino adicto al paco.quisiera que me ayuden para salvar esta vida y que no haya mas muerte.
necesito ayuda para este vecino.
yo la que escribe vivo en la boca.
desde ya gracias y me gustaria que me envien una solucion atraves del correo electronico.liz-lizarmoa@hotmail.com
Tambien estoy interesada en saber a donde este lindo gobierno brinda ayuda para chicos adictos al paco en mi flia hay un caso y la verdad es que nos esta destruyendo a todos por favor cntestenme.
viole01346@hotmail.com
Publicar un comentario