martes, 14 de junio de 2011

La diferencia entre hacer y testimoniar

La tarea política tiene dos funciones necesarias, definidas y diferentes entre sí: hacer y testimoniar.

Existen políticos reconocidos y respetados que hace años desempeñan tareas legislativas, promoviendo acciones de contralor, alertas, opiniones o denuncias. Los conocemos y valoramos su vital aporte a la democracia como guardianes de la misma.

La experiencia de la Alianza UCR-Frepaso mostró lo desastroso que puede resultar poner a gestionar a gente evaluada exclusivamente por su calidad testimonial. Verdaderos fiscales en los '90, la gente valoró esa tarea y sus apariciones en el programa de Grondona, en CQC, y en tantos otros; generaban adhesión y simpatía.

El error fue creer que porque eran buenos legisladores iban a gestionar bien. Hoy seguirían siendo excelentes legisladores si su paso por la gestión no hubiera terminado, en el 2001, en la peor crisis de la historia argentina.

Hoy hay candidatos que son buenos legisladores, que alertan sobre temas clave como los recursos naturales o la destrucción del Estado, pero sin experiencia de gobierno o experiencias de baja calidad en las políticas bajo su responsabilidad.

Hasta el año 2005 los porteños votaban por valores declamados y muchas veces impostados, sin evaluar hechos de gestión o presunción de capacidad para ésta.

La desesperanza y decepción en la política, hoy, es afortunadamente menor que en los años posteriores al estallido del 2001. Hace años que, para elegir a un Jefe de Gobierno, los ciudadanos comenzaron a preguntarse quién puede resolver mejor los problemas y aprovechar mejor las oportunidades de nuestra maravillosa Ciudad.

Por eso lo prefirieron categóricamente a Macri en la segunda vuelta de 2007, porque asumieron -hoy vemos que erróneamente- que un empresario acostumbrado a resolver problemas en el ámbito privado podría gestionar exitosamente lo público en la ciudad de Buenos Aires.

Por eso se valora positivamente nuestra gestión, porque se nos evalúa, aún hoy, por lo que hicimos y no por lo que dijimos, por los problemas que resolvimos, que fueron muchos y graves, y no por lo que dijimos que hicimos.

Los porteños van a evaluar como nunca capacidad de gestión, no capacidad de crítica; capacidad de solucionar, no capacidad de impostar; propuestas, y no ironías. Por eso, sabemos que podemos llegar a la segunda vuelta. Y no nos cabe ninguna duda que, como en 2007 hubiera ocurrido, solo nosotros en segunda vuelta le ganamos a Macri.

2 comentarios:

Coki dijo...

El dia que la propuesta de un candidato sea hacer menos y dejar hacer mas, tendra mi voto.

Coki dijo...

(solo espero que la apertura a ideas contrarias en el gobierno sea muy superior a las del blog)