El Gobierno de la Ciudad junto a UNICEF
La expresión más tremenda y desgarradora de la miseria son los chicos de la calle. Pero estamos convencidos que no se puede englobar a todos en un solo problema: cada uno de los chicos es una situación distinta que hay que resolver de determinada manera, lo que está en juego es la problemática específica de de cada uno de ellos. Para poder trabajar con esta problemática, hemos firmado un convenio de colaboración, junto con la representante de UNICEF Argentina, Gladys Acosta Vargas, con el objetivo de impulsar el proceso de desjudicialización y desinstitucionalización de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran hoy alojados en distintas instituciones.
Es necesario poder trabajar con una base de datos más clara para saber como se llama cada uno de los chicos, qué le pasó, brindarle la posibilidad de restituir los lazos familiares o un espacio simbólico de familia y ver de qué manera lo podemos ayudar.
En estos días estuvimos con el corazón en la boca porque un chico de nuestros hogares, Nicolás, el viernes se escapó. Lo buscamos incansablemente hasta que se lo encontró; y por suerte está bien. La contracara de lo ocurrido con Nicolás son dos casos fantásticos: una chica que vivía en la calle y estaba muy deteriorada por consumo de paco, fue tratada a tiempo y la recuperamos en una de nuestras clínicas, dejó el paco y además está ensayando coreografías de Chiquititas, así que es probable que en un tiempo la tengamos bailando y cantando a la vida y no cerca de la muerte como hace algunas semanas. El que me pone muy orgulloso también, es Eduardo, un chico que hasta hace poco tiempo estaba pidiendo en la calle. Pero, lo invitamos a participar en uno de los cibercafés que desarrollamos para chicos en situación de calle, donde hay trabajadores sociales y psicólogos, entre otros profesionales, y Eduardo desarrolló un blog propio, con el cual ganó un premio.
Estoy convencido de que para que puedan existir más Eduardos en la Ciudad, es fundamental poder alcanzar los objetivos principales del acuerdo, como por ejemplo, favorecer la revinculación familiar de los niños, niñas y adolescentes, y en el caso en que esta no sea posible, fomentar la creación de instancias alternativas al alojamiento de los niños en hogares, ya sea mediante el acogimiento familiar en sus distintas modalidades, como el padrinazgo.
Es necesario poder trabajar con una base de datos más clara para saber como se llama cada uno de los chicos, qué le pasó, brindarle la posibilidad de restituir los lazos familiares o un espacio simbólico de familia y ver de qué manera lo podemos ayudar.
En estos días estuvimos con el corazón en la boca porque un chico de nuestros hogares, Nicolás, el viernes se escapó. Lo buscamos incansablemente hasta que se lo encontró; y por suerte está bien. La contracara de lo ocurrido con Nicolás son dos casos fantásticos: una chica que vivía en la calle y estaba muy deteriorada por consumo de paco, fue tratada a tiempo y la recuperamos en una de nuestras clínicas, dejó el paco y además está ensayando coreografías de Chiquititas, así que es probable que en un tiempo la tengamos bailando y cantando a la vida y no cerca de la muerte como hace algunas semanas. El que me pone muy orgulloso también, es Eduardo, un chico que hasta hace poco tiempo estaba pidiendo en la calle. Pero, lo invitamos a participar en uno de los cibercafés que desarrollamos para chicos en situación de calle, donde hay trabajadores sociales y psicólogos, entre otros profesionales, y Eduardo desarrolló un blog propio, con el cual ganó un premio.
Estoy convencido de que para que puedan existir más Eduardos en la Ciudad, es fundamental poder alcanzar los objetivos principales del acuerdo, como por ejemplo, favorecer la revinculación familiar de los niños, niñas y adolescentes, y en el caso en que esta no sea posible, fomentar la creación de instancias alternativas al alojamiento de los niños en hogares, ya sea mediante el acogimiento familiar en sus distintas modalidades, como el padrinazgo.
3 comentarios:
El caso de Eduardo muestra algo que vengo sosteniendo desde hace un tiempo, más como mamá y observadora de la realidad que como experta en el tema.
Acercar a los chicos de menores recursos, la posibilidad de cursar sus estudios primarios, secundarios y terciarios en carreras ligadas a la ciencia y tecnología, es el mejor paso que se puede dar. Lo abstracto, significa para quienes se sienten de alguna forma desplazados en su vida social, en un escape que resuelve su autoestima y termina desarrollando lo mejor de si. Pido por favor a nuestro Jefe de Gobierno que contemple la posibilidad de brindar Educación de calidad en los barrios del Sur, y dé prioridad al Polo Educativo solicitado para el barrio de Nueva Pompeya que no tiene secundarios estatales suficientes. El mejor predio, por la posibilidad de Parque Anexo y Actividades al Aire Libre es el situado en Estación Sáenz, proyecto que los vecinos desarrollaron en el año 1999 y aún no han visto que sea tenido en cuenta. Nos duelen los chicos de la calle; nos duelen quienes no terminan su secundario; nos duele la falta de actitud de la Ciudad.
Confiamos y esperamos que se revierta.
Tu humanidad hace que se me salgan las lagrimas (SARCASMO: ON).
Digo, desde el golpe de estado del 2001 que no veo otra cosa mas que pobreza en la calle. Ya me habitue a ver gente comiendo del tacho de la basura. Si lo es por las ONG, no hay nadie que intente poner contencion y brindarle cuidados a la gente que vive en la calle.
NO EXISTE UN SOLO BAÑO CON DUCHAS PUBLICAS PARA UQE LOS INDIGENTES PUEDAN DUCHARSE.
NO EXISTE UN SOLO PROYECTO A NIVEL CAPITAL FEDERAL DESTINADO A REINSERTAR A LA GENTE QUE QUEDO FUERA DEL SISTEMA DESPUES DE LOS SAQUEOS DEL 2001.
Deja de pensar en la inmortalidad del cangrejo y hacerte el parvulo con tus reflexiones, arremangate y empeza a robar menos y trabajar mas.
Anónimo, soy Florencia, trabajo en la Legislatura y te quiero contar que a través del Programa Buenos Aires Presente trabajadores sociales, psicólogos y operadores sociales recorren las calles de la Ciudad de Buenos Aires atendiendo a las personas que atraviesan una situación de emergencia, riesgo, abandono y/o vulnerabilidad social, las 24 horas y los 365 días del año.
El Programa acerca abrigo, contención y brinda asistencia psicosocial además de la invitación de adherir y concurrir a los circuitos de alojamiento de emergencia en Paradores Nocturnos y Hogares de Tránsito a personas con necesidad de alojamiento por períodos prolongados. Así mismo, articula con los servicios sanitarios y de emergencia del GCBA cuando así se requiera, y queriendo brindar una solución acabada que trascienda la inmediatez de la demanda, con aquellos programas, Direcciones o Ministerios necesarios a fin de garantizar el pleno respeto de los derechos de la persona y una integración social saludable.
Sabemos que no es suficiente, pero que digas que no se hace nada es falso.
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