jueves, 16 de junio de 2011

Buenos Aires 2007. Rosario 2011

Me gusta caminar la ciudad; mirar o hacer compras en sus comercios -desde las panaderías hasta las librerías- y en medio de nuestras vidas cotidianas conversar sobre los asuntos más diversos. Siempre sale a cuento qué cosas aprendí de los aciertos y errores de nuestra gestión, y percibo que es una gestión, en general, bien valorada... Aún por aquellos que no nos han votado.

En esas recorridas por los barrios, encuentro el afecto de quienes recuerdan hechos positivos de mi gestión y el respeto de quienes me hacen saber sus críticas.

Pensaba en otros Jefes de Gobierno o Intendentes, que también salen solos a caminar las calles de su ciudad y reciben el afecto y reconocimiento de sus vecinos. Pienso en dos que fueron uno en términos de filosofía de gestión: Hermes Binner y Miguel Lifschitz de Rosario.

Con Miguel Lifschitz fuimos contemporáneos en la gestión y compartimos afecto, encuentros y actividades en el país y en el exterior. Tanto con él, como con Binner, siempre sentí que nos unía una comunidad de valores y objetivos.

Tenemos muchos puntos en común acerca de cómo tiene que ser una gestión local, y eso nos llevó a compartir muchos encuentros, experiencias y programas de gobierno, como el impulso a la descentralización del Gobierno, la agenda digital XXI implementada en Rosario y mi proyecto de banda ancha libre y gratuita para todos, el proyecto de recuperación de la ribera Buenos Aires-Rosario que presentamos en conjunto en la Bienal de Venecia, los programas sociales y el impulso vital a la cultura, entre otros.

Lo que nos une y ubica en campamentos muy cercanos y, a la vez, distante del resto de los candidatos en la Ciudad de Buenos Aires, son dos puntos que siempre surgieron en nuestras conversaciones y son presupuestos fundamentales de nuestra gestión: equidad y modernidad como ejes organizadores de nuestro pensamiento político y acción de Gobierno.

Igualar no significa atrasar a los que van más rápido, sino garantizar y arbitrar desde el Estado que todos, individual y comunitariamente, accedamos a los bienes materiales y simbólicos que nos permitan desplegar nuestras potencialidades.

Gobernar bien requiere pensar en las personas que le dan vida a la Ciudad y no solamente en los km. cuadrados que ocupa.

Y eso se vé en un dato incontrastable: los recursos económicos de los que dispone el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se han multiplicado por 4 desde que dejamos la gestión, pero ese crecimiento no se tradujo en desarrollo. Si el gobernante solo piensa en términos de contribuyentes, recaudación y km. de superficie, podrá lograr el crecimiento de la economía. Pero si en el centro de su pensamiento y acción está la dimensión humana y cultural de la sociedad, logrará además el desarrollo de la Ciudad y su pueblo.

Cuando camino las calles de nuestra Ciudad, veo alternarse el esplendor y la miseria. Encuentro un potencial humano formidable, legados culturales que enorgullecen, jóvenes inquietos y creativos, barrios de belleza e identidad. Y también el Sur abandonado, las villas y asentamientos, los chicos del paco, suciedad en la calle, desinversión en escuelas y hospitales y el tránsito caótico. Goberné esta ciudad. Hicimos muchas cosas y muchas más quedaron en el tintero, y eso me hace pensar en todo lo que hay por hacer, y lo poco que se hizo estos cuatro años.

La Buenos Aires que dejé en 2007 y la Rosario actual tienen mucho en común. Son nuestras ciudades y las amamos con sus muchas luces y sus dolorosas sombras. Sus gobernantes no deben darle la bienvenida a los que las habitamos. La Ciudad es nuestra casa común, y a nadie se le da la bienvenida en su propia casa. Somos los gobernantes los que debemos estar a la altura de merecer la bienvenida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pienso que usted puede y nos probó ya su idoneidad .Lo que tememos es que por el hecho de ser peronista no esté cerca del kirscherismo.Nos gustaria que expresase en este blog cual es su posición respecto al poder de la presidencia actual .Gracias por darnos una respuesta clara y sin ambiguedades.

Anónimo dijo...

Es cierto, en general las personas con las que hablo de política (taxistas y vecinos en el asiento del tren) tienen un recuerdo muy positivo de su gestión.
Hada

Anónimo dijo...

Se le puede pedir su opinion sobre temas que no trata habitualmente , tipo la suciedad de los perros sobre nuestras veredas?